¿Por qué fracasamos con nuestros propósitos de bienestar?
Cada año solemos fijarnos unos objetivos de bienestar. Ya sea perder peso, hacer más ejercicio, ahorrar más dinero o establecer relaciones más significativas, todos tenemos algo que nos gustaría mejorar en nuestras vidas. Pero, ¿por qué solemos fracasar en alcanzar estos objetivos de bienestar?
Una de las razones principales es la falta de conocimiento y enfoque en las diferentes dimensiones del bienestar. Existen múltiples dimensiones del bienestar, para lograr un estado de bienestar completo, debemos abordar todas estas dimensiones y no simplemente centrarnos en una.
Veamos algunos ejemplos de por qué fracasamos en cada dimensión y qué podríamos hacer para mejorar.
1. Bienestar Social:
El bienestar social se refiere a nuestra capacidad para conectarnos y relacionarnos con los demás. Es posible que fracasemos en este aspecto debido a la falta de tiempo o la falta de habilidades sociales para establecer y mantener relaciones saludables. También puede ser difícil encontrar un equilibrio entre las relaciones personales y las obligaciones laborales.
¿Qué podemos hacer?
- Construir y mantener relaciones sanas, enriquecedoras y de apoyo.
- Organizar una cena con amigos una vez al mes para mantener el contacto y la relación.
- Unirse a un grupo de interés común, como un club de lectura o un equipo deportivo, para conocer nuevas personas y construir amistades.
- Participar en actividades de voluntariado o trabajo comunitario para conectarse con personas que comparten los mismos valores.
2.Bienestar Intelectual:
Esta ámbito se refiere a la realización de actividades creativas y estimulantes para la mente. Puede ser difícil encontrar el tiempo para actividades creativas y estimulantes, especialmente si tenemos una vida ocupada y agitada. También puede ser difícil encontrar la motivación o la inspiración para iniciar nuevas actividades intelectuales.
¿Qué podemos hacer?
- Trabajar en actividades creativas y estimulantes para la mente.
- Leer libros y revistas de temas que nos interesan para ampliar nuestro conocimiento y estimular nuestra mente.
- Aprender un nuevo idioma o habilidad, como la fotografía o la cocina, para desafiarnos a nosotros mismos y mejorar nuestras habilidades.
- Asistir a conferencias o cursos de formación para aprender de expertos en el campo y conocer nuevas ideas.
3.Bienestar Vital:
En ocasiones, podemos perder el rumbo y perder de vista nuestro propósito de vida o nuestros valores debido a la presión social o la falta de orientación. También puede ser difícil encontrar un equilibrio entre nuestras responsabilidades y nuestro propósito de vida.
¿Qué podemos hacer?
- Ser conscientes y estar en sintonía con nuestro propósito de vida y nuestros valores.
- Tomarse un tiempo cada día para reflexionar sobre nuestras metas y objetivos para asegurarnos de estar en el camino correcto.
- Meditar o practicar la atención plena para conectar con nuestros valores y nuestro propósito de vida.
- Crear un plan de vida o visión que nos permita visualizar nuestro futuro ideal y establecer objetivos a largo plazo.
4. Bienestar ocupacional:
Esta dimensión se refiere a la realización de un trabajo y realización de tareas que aportan satisfacción y enriquecimiento.Es posible que experimentemos un fracaso en este aspecto si no estamos satisfechos con nuestro trabajo o si sentimos que nuestra tarea carece de significado. También puede ser difícil encontrar un equilibrio entre nuestra vida laboral y nuestra vida personal.
¿Qué podemos hacer?
- Trabajo y realización de tareas que aportan satisfacción y enriquecimiento.
- Establecer metas profesionales a largo plazo y desarrollar un plan de acción detallado para alcanzarlas.
- Buscar oportunidades de desarrollo profesional, como cursos o capacitaciones, para mejorar nuestras habilidades y conocimientos.
- Establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal para asegurarnos de tener un equilibrio adecuado.
5. Bienestar financiero:
Se refiere a tener una gestión financiera acorde a nuestros recursos y posibilidades. En este caso, podemos tener dificultades para equilibrar nuestros ingresos y gastos, o para encontrar formas de mejorar nuestra situación financiera. También puede haber factores externos, como la economía, que nos impiden alcanzar nuestros objetivos financieros.
¿Qué podemos hacer?
- Favorecer una gestión financiera acorde a nuestros recursos y posibilidades.
- Establecer un presupuesto mensual y hacer un seguimiento de nuestros gastos para asegurarnos de estar viviendo dentro de nuestras posibilidades.
- Buscar formas de reducir los gastos, como cocinar en casa en lugar de comer fuera o reducir el uso de energía en el hogar.
- Establecer metas financieras a largo plazo, como ahorrar para la jubilación o para la compra de una casa.
6. Bienestar emocional:
Puede ser difícil encontrar tiempo para el autocuidado y la relajación en un mundo cada vez más ocupado. También puede haber factores externos, como la ansiedad o el estrés, que dificultan el mantenimiento de una buena salud emocional.
¿Qué podemos hacer?
- Practicar la meditación, la atención plena o la respiración consciente para reducir el estrés y mejorar la salud mental.
- Establecer límites saludables en nuestras relaciones y aprender a decir «no» cuando sea necesario para proteger nuestro tiempo y energía.
- Buscar apoyo emocional cuando sea necesario, como hablar con un amigo cercano, un terapeuta o un coach.
7. Bienestar físico:
Es posible que no estemos llevando una dieta adecuada o que no estemos encontrando el equilibrio adecuado entre el ejercicio y el descanso. Además, también puede haber factores externos, como problemas de salud, que nos impidan alcanzar una buena salud física.
¿Qué podemos hacer?
- Equilibrar la actividad física, la nutrición, el descanso y el bienestar mental para mantener el cuerpo en óptimas condiciones.
- Establecer una rutina de ejercicio diario y variar los tipos de ejercicios que se hacen para evitar el aburrimiento.
En conclusión, para mejorar en cada dimensión del bienestar, es importante establecer objetivos realistas y trabajar en nuestras habilidades y motivación. Con la ayuda de un coach de bienestar podemos identificar nuestras fortalezas y debilidades y trabajar en cada aspecto del bienestar para lograr un equilibrio adecuado y una vida más saludable y feliz.